Transformación digital en México: logros y retos

26 de Octubre del 2022

Por: Rodrigo Hiriart y Mauricio Bravo Díaz

Introducción

La transformación digital se puede definir como las capacidades digitales aplicadas a productos, procesos, servicios y formas organizativas en cualquier tipo de organización, ya sean empresas privadas, instituciones financieras, gubernamentales, empresas pertenecientes al sector de la administración y prestación de servicios educativos e inclusive para incentivar la participación ciudadana.

Hablar de la transformación digital no implica necesariamente contar con los equipos tecnológicos más novedosos y caros en nuestras oficinas, sino más bien conlleva el aprovechamiento de los beneficios que nos proporciona la tecnología y aplicarlos para lograr un mejor uso de la información con la que contamos, así como realizar una reestructuración estratégica de los productos, servicios y formas de organización al interior de nuestra empresa.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021, en México un 75.6% de la población es usuaria de internet, sin embargo, hay diferencias considerables entre comunidades y estados, por ejemplo, en las comunidades urbanas el 81.6% de los usuarios cuentan con internet, mientras que el porcentaje se reduce considerablemente en las comunidades rurales con un 56.5% de usuarios de internet.

¿Qué lugar ocupa México en el ranking mundial de digitalización?

De acuerdo con el ranking multidimensional DiGiX 2022 de BBVA que mide el desempeño digital de 99 economías seleccionadas, México se posiciona en el lugar número 60. En los cinco primeros puestos se encuentran Dinamarca (1), Estados Unidos (2), Singapur (3), Países Bajos (4) y Finlandia (5). Mientras que en los últimos puestos encontramos a Zambia (95), Honduras (96), Nicaragua (97), Zimbabue (98) y Camerún (99).

En esta medición, México es clasificado como parte de Latinoamérica y el Caribe, siendo de los 5 países que se encuentran a la cabeza, en el siguiente orden: Chile (41), Uruguay (50), Costa Rica (57), México (60) y Brasil (66).

De acuerdo con BBVA, su índice DiGiX ayuda a identificar las dinámicas globales de digitalización, con la finalidad de identificar las áreas que requieren atención en seis dimensiones: infraestructura, asequibilidad, adopción de usuarios, adopción empresarial y adopción gubernamental y regulación. Estas dimensiones se encuentran alineadas a su vez con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible

En 2015 se aprobó la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible de la ONU como una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un camino en el que se incluyan a todos, sin dejar a nadie atrás. La Agenda cuenta con 17 objetivos, el noveno de ellos se titula “Industria, Innovación e Infraestructura” y se refiere a la necesidad de construir infraestructura resiliente, así como promover la innovación. Entre los principales retos a nivel global se encuentran los siguientes:

Lograr la accesibilidad universal, que implica apostar por un desarrollo digital inclusivo y con perspectiva de género, es decir, que el servicio sea asequible, disponible y accesible para mujeres, niñas y niños, adultos mayores, personas con discapacidad, pueblos indígenas, entre otros.

Formar ciudadanos con habilidades y capacidades digitales para que todos y todas tengan las competencias digitales necesarias para acceder a los trabajos del futuro, ser más productivos y obtener mejores ingresos.

Generar un pacto social de datos, quiere decir que en el ecosistema digital y los actores que lo conforman se debe garantizar la seguridad de las personas y de la infraestructura digital, así como la transparencia por parte del gobierno y las empresas.

Sostenibilidad digital que implica considerar la huella ecológica que las tecnologías dejan en el medio ambiente a través de la generación de normativa, implementación y fomento de la energía limpia.

Fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico a través del uso de tecnologías disruptivas como el cómputo en la nube, el big data, el Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial.

Profundizando más en el caso mexicano: el internet por sector económico

El Índice de Desarrollo Digital Estatal (IDDE) establece una evaluación de los 19 principales sectores económicos, la lista es encabezada por el sector de la construcción con un 80% de empresas con acceso a internet, el sector financiero y de seguros con un 77%, los medios masivos con un 71%, los servicios de apoyo con un 66% y los servicios profesionales con un 68%.

Sin embargo, así como hay diferencias considerables entre estados y comunidades rurales y urbanas, también podemos identificar amplios contrastes entre sectores económicos en relación con la transformación digital, incluso hay sectores que prácticamente no hacen uso del internet al encontrar al final del IDDE que solo el 12% de las empresas de alojamiento y comida cuentan con acceso a internet, ¡Es decir, que el 88% de ellas no cuentan con acceso a internet!

Pero aunque son las empresas que cuentan con menos acceso a internet, no son las únicas que se encuentran muy atrás en el proceso de transformación digital, ya que en el sector de la manufactura, sólo 14% de las empresas cuentan con internet, en el comercio al por menor 17%, en las empresas de entretenimiento 22% y en el sector inmobiliario y alquiler 29%.

Otros sectores fundamentales para la economía de México que se encuentran muy atrasados en su camino hacia la innovación y transformación digital son los sectores de la educación con 56%, electricidad, gas y agua con un 49%, la salud con 43% y la agroindustria con 33%. ¿Se imaginan que en estos sectores estratégicos más de la mitad de las empresas no cuenten con acceso al internet?

Transformación digital por estado en México

El IDDE del Centro México Digital hace una categorización de tres pilares a través de una visión amplia e integral sobre lo que significa el proceso de transformación digital, para el interés de este artículo nos centraremos en el pilar de la infraestructura que considera la cobertura, acceso, calidad, asequibilidad e infraestructura de datos.

La categoría de la infraestructura es medida a través de una escala del 0 al 100, teniendo como media nacional una puntuación de 51. En esta categoría se mide la existencia de infraestructura fija y móvil, la capacidad de las personas para contratar y acceder a los servicios que esta infraestructura ofrece, así como adquirir los dispositivos que dan acceso a estos servicios.

A la cabeza de esta lista se encuentran los siguientes estados la Ciudad de México (79), Nuevo León (71), Querétaro (68), Baja California (68) y Jalisco (63). Al final de la lista se encuentran Zacatecas (39), Veracruz (33), Oaxaca (25), Guerrero (24) y Chiapas (23).

En México se ha logrado un gran avance en términos de despliegue de infraestructura de calidad y asequible. Incluso los estados más rezagados cuentan con infraestructura y servicios en sus principales ciudades pero el reto es llevarla a las comunidades menos pobladas y más marginadas.

En mercados competitivos, el sector privado tiende a incentivar la inversión de infraestructura y provisión de servicios y tecnologías digitales a costos accesibles, al existir un ambiente propicio en el que exista competitividad, favoreciendo la oferta y demanda de bienes y servicios en los mercados nacionales e internacionales. Pero el panorama ideal pocas veces ocurre, es entonces, cuando las políticas públicas a nivel federal, estatal y municipal deben alinearse con la finalidad de corregir las fallas del mercado.

La Estrategia Digital Nacional (EDN) y la transformación digital de la Administración Pública Federal (APF)

En México, como parte del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 se desprende la Estrategia Digital Nacional, que de acuerdo con el Gobierno Federal, busca impulsar “una nueva vía hacia el desarrollo para el bienestar”, es decir, es una hoja de ruta para que las instituciones gubernamentales orienten sus iniciativas y esfuerzos en materia de Tecnologías de la Información y Comunicación en una misma dirección.

La EDN se sostiene a partir de cinco principios: Principio de austeridad; de combate a la corrupción; de eficiencia en los procesos digitales; de seguridad de la información; y de seguridad tecnológica. Mientras que cuenta con dos objetivos generales que son la Transformación Digital de la Administración Pública Federal (AFP) y la Política Social Digital.

La Transformación Digital de la Administración Pública Federal (AFP) tiene como objetivos particulares la mejora y armonización del marco normativo de la política digital, la estandarización de compras TIC, obtener el máximo aprovechamiento de aplicativos de cómputo e infraestructura mediante el intercambio de información y la colaboración tecnológica y promover la autonomía e independencia tecnológica.

Por otro lado, los objetivos específicos de la Política Social Digital son reducir la brecha digital del país al impulsar la integración e iluminación de la fibra óptica en posesión de instancias públicas, promover el despliegue a todas las zonas sin cobertura en México y mejorar la calidad de los programas sociales mediante soluciones tecnológicas que faciliten y acompañen las acciones encaminadas al bienestar de la población.

En general, la Estrategia Digital Nacional es una carta de buenas intenciones pero carece de indicadores, cronogramas de despliegue por etapas de la infraestructura, descripciones de las tecnologías utilizadas o el presupuesto estimado.

Por ejemplo, la Secretaría de Economía (SE) contrató al centro de tecnología del Conacyt llamado Infotec para el desarrollo de una serie de proyectos de transformación tecnológica por un valor de 390 millones de dólares. El contrato supone la creación de plataformas con usuarios finales, la digitalización de archivos físicos con motores de búsqueda, la incorporación de medios de pago para la inscripción de actos de naturaleza mercantil y proveeduría de ciberseguridad. En este último tema es importante recordar que hace dos años esta institución recibió un ataque informático que dejó inhabilitados los correos electrónicos.

En el convenio CONV-007-2022 se asegura que la esencia de la transformación digital de la Secretaría de Economía va en sintonía con la Estrategia Digital Nacional. Pero aquí surge una duda que pueden ser extrapoladas a la EDN: ¿La Transformación Digital de la Secretaría de Economía se encuentra incorporada a una estrategia planificada para digitalizar la Administración Pública Federal?

Lo anterior es particularmente relevante ya que en 2020 trascendió en la agenda mediática que el Banco de Bienestar habría realizado la formalización de un contrato con Infotec por un monto de 43,394 millones de pesos para el desarrollo e instalación de un nuevo sistema de core bancario. Sin embargo, la Auditoría Superior de la Federación manifestó que el Banco de Bienestar no acreditó la implementación del software.

Los pendientes que sigue en materia de Transformación Digital

Si bien, México ha tenido avances considerables en materia de conectividad, todavía hay una brecha digital en nuestro país que deja a estados, comunidades y empresas sin acceso a internet, dispositivos tecnológicos y las habilidades digitales necesarias que les permitan incorporarse al ecosistema digital.

Reducir esta brecha implica no solo contar con una agenda digital desde el Gobierno de México que cuente con indicadores que permitan hacer un seguimiento del avance conseguido en materia de infraestructura, conectividad y alfabetización digital.

En segundo lugar, se deben desarrollar políticas públicas y regulaciones alineadas entre los tres niveles de gobierno que ayuden a revertir las fallas del mercado para conseguir caminar hacia mercados competitivos que generen las condiciones para fortalecer la oferta de bienes y servicios que al final de cuentas beneficiarán a las empresas y a los ciudadanos.

Para conseguir que las personas y la sociedad accedan a los beneficios proporcionados por la tecnología se debe trabajar para brindar acceso a la información, reducir los costos de transacción, llevar a cabo planes de educación y capacitación que permitan la reducción de las brechas de género y de nivel socioeconómico.

Además, se deben desarrollar políticas públicas que incentiven a la innovación y adopción de tecnologías de las empresas, con la finalidad de impactar positivamente en el fortalecimiento de economías de escala, incremento en las ventas, reducción de costos administrativos y organizativos y la diversificación de los bienes y servicios ofrecidos. Pero en la práctica se han cancelado cerca de 30 fideicomisos vinculados a la programación de ciencia y tecnología.

En materia de alfabetización digital es necesario trabajar para que empresas, instituciones gubernamentales y personas cuenten con las habilidades y conocimientos necesarios para poder hacer un adecuado uso y sacar provecho a las herramientas digitales para poder ser más eficientes y competitivos en un mercado cada vez más complejo. Por ello se vuelve fundamental establecer una estrategia planificada y medible en la que trabajen de manera coordinada gobierno, empresas y sociedad civil para llevar a cabo una adecuada capacitación digital a través de los centros de inclusión digital.

Estas acciones tendrán repercusiones directas en el aumento de la eficiencia, productividad, valor agregado, competitividad y generación de empleos. No basta con contar con una infraestructura digital si esta no es accesible y asequible para las empresas y las personas.

Finalmente, es fundamental trabajar para que la Agenda Digital Nacional cuente con políticas públicas para el desarrollo de un ecosistema digital nacional que fortalezca la Transformación Digital a través del desarrollo de objetivos: Medibles, alcanzables, realistas, con plazos determinados y presupuestos suficientes.