Taiwán y la guerra de los chips

23 de agosto del 2022

Por: Mauricio Bravo Díaz

La visita realizada a Taiwán por parte de la vocera de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, mantuvo en vilo al mundo entero después de aterrizar en la estratégica isla, a pesar de las fuertes tensiones con el gobierno Chino que advirtió a Estados Unidos que cargaría con la “responsabilidad” y “pagaría el precio” de la visita por violar la política de “Una sola China” que considera a Taiwán como parte irrenunciable del territorio chino.

Las crecientes tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y China se suman al ya de por sí convulso escenario geopolítico enmarcado por la guerra entre Rusia y Ucrania, los efectos de la pandemia por el Covid, así como la crisis económica que azota al mundo y se ha traducido en una imparable inflación, cortes a la cadena de suministros y una inminente recesión en Estados Unidos, Inglaterra y varios países de la Unión Europea.

En este complicado contexto, muchos medios de comunicación y analistas geopolíticos han volcado sus esfuerzos en tratar de responder la pregunta ¿Por qué Pelosi se mantuvo firme en su decisión de visitar Taipéi a pesar de que Joe Biden y el mismísimo ejército norteamericano desaconsejaron inicialmente el polémico viaje?

Nancy Pelosi

Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de
Representantes de los Estados Unidos

La respuesta a la pregunta no es fácil considerando que el orden hegemónico global se encuentra en plena reconfiguración y aunque los efectos de la visita de Pelosi a Taiwán apenas se comienzan a vislumbrar, hay un factor de gran peso que podría darnos luz sobre la importancia geopolítica de la isla: la guerra tecnológica por los chips.

La industria global de los semiconductores

Los chips son circuitos integrados o estructuras de pequeñas dimensiones formadas por materiales semiconductores como el silicio, germanio, aluminio o muchos otros. Por esta razón, se llega a llamar semiconductores a los chips.

Los semiconductores son productos que implican un profundo conocimiento técnico y una compleja y especializada cadena de suministro en la que cada región del mundo tiene un rol particular e indispensable.

Todos los países son interdependientes en una ecuación perfecta entre mercado, capital, tecnología y talento.

China y la región de Asia del Este concentran el 75% de la capacidad de manufactura de semiconductores. Además, gran parte de la producción mundial de los semiconductores de menos de 10 nanómetros son producidos en Corea del Sur (8%) y Taiwán (92%).

Los semiconductores se encuentran en muchos de los productos con los que interactuamos cotidianamente como las computadoras portátiles, teléfonos inteligentes, electrodomésticos, videojuegos, automóviles y muchos productos tecnológicos más. ¡Incluso, son piezas fundamentales para la industria militar y armamentística!

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De acuerdo con BCG Analysis, la cadena de producción de los semiconductores es compleja e involucra un proceso de cuatro grandes pasos: Investigación, diseño, front-end y back-end. Además, las firmas involucradas en la manufactura dependen de proveedores especializados de ciertos materiales.

Por ejemplo, el silicio utilizado para la fabricación de los lingotes de silicio policristalino que después es convertido en obleas de silicio, requiere un nivel de pureza 1,000 más alto que el utilizado por los paneles de energía solar y que es producido por solo 4 empresas en el mundo que cuentan con la tecnología para su manufactura.

De acuerdo con BCG Analysis, la cadena de producción de los semiconductores es compleja e involucra un proceso de cuatro grandes pasos: Investigación, diseño, front-end y back-end. Además, las firmas involucradas en la manufactura dependen de proveedores especializados de ciertos materiales.

Por ejemplo, el silicio utilizado para la fabricación de los lingotes de silicio policristalino que después es convertido en obleas de silicio, requiere un nivel de pureza 1,000 veces más alto que el utilizado por los paneles de energía solar y que es producido por solo 4 empresas en el mundo que cuentan con la tecnología para su manufactura.

La región Asia-Pacifico es el mercado regional de semiconductores más grande del mundo concentrando en 2021 un total de $343 billones de dólares, y por mucho, el país de la región con el mercado más grande de semiconductores es China al concentrar 56% del mercado de semiconductores de la región y 35% del mercado global.

La tecnología de los semiconductores ha evolucionado rápidamente conforme la industria desarrolla productos y procesos tecnológicos más complejos para industrias de productos de uso final.

De acuerdo con datos de World Semiconductor Trade Statictics (WSTS), los segmentos de la industria de semiconductores que han concentrado mayores ventas son: Los semiconductores de la familia lógica, de memoria, análogos, microprocesadores (MPU), opto y microcontroladores (MCU).

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A Estados Unidos se le atribuye la creación de los chips como los conocemos, en 1990 producía el 37% del total de chips a nivel global pero para 2019 tan solo concentró el 13%.

¡Corea del Sur y Taiwán son piezas fundamentales en el tablero de ajedrez de la economía global!

En la siguiente gráfica se exponen los países que concentran el mayor porcentaje de producción de chips. Tan solo Taiwán y Corea del Sur concentran el 39% de la producción de chips mundial, Japón el 17%, mientras que China y Estados Unidos tan solo producen el 16% y 13% respectivamente.

En materia de chips lógicos avanzados Taiwán concentra el 92% y Corea del Sur el 8%.

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¿El fin de la globalización como la conocemos?

Estados Unidos domina el mercado global de semiconductores en áreas de especialización como la Automatización del Diseño Electrónico (EDA por sus siglas en inglés), la propiedad intelectual (IP), el diseño de chips y el equipo de fabricación avanzado. Mientras que Taiwán y Corea del Sur se especializan en la manufactura de obleas o láminas electrónicas (wafers) que requieren robustas infraestructuras y mano de obra especializada. Finalmente, China se había posicionado como líder de ensamblado, empaquetado y pruebas.

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El martes 9 de agosto la administración de Joe Biden firmó un histórico proyecto de ley bipartidista de $280,000 millones de dólares para potenciar la fabricación nacional de alta tecnología de chips como parte de su estrategia para alcanzar la anhelada soberanía tecnológica para dejar de depender paulatinamente de China.

El proyecto prevé la inversión de $52,700 millones de dólares para la construcción y ampliación de fábricas nacionales de semiconductores con subsidios y créditos estatales.

Para darnos una idea de la interdependencia de la economía norteamericana con la china hay que revisar la caída de las ventas de vehículos que se desplomaron 21% el segundo trimestre del 2022 como resultado de la escasez de chips como consecuencia de los cortes a la cadena de suministro por los confinamientos por Covid implementados en China.

La estrategia tecnológica de Biden busca que Estados Unidos sea líder mundial de chips avanzados, pero faltan muchos años y miles de millones de dólares para conseguirlo.

Como respuesta al proyecto de ley norteamericano “CHIPS Plus”, el Ministerio de Relaciones Exteriores Chino aseguró que la ley destinada a producir chips informáticos es una muestra más “de la coerción económica de Estados Unidos” y aseguró que esta acción perturbará la cooperación normal entre ambos países en las esferas tecnológicas y científicas.

Por su parte, la presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen declaró en una entrevista a la revista del Partido Liberal Democrático de Japón que en caso de que la isla fuera invadida el impacto para la economía global sería enorme debido a que Taiwán es un importante centro de fabricación de productos de alta tecnología.

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Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán

"El estrecho de Taiwán es la principal ruta de navegación que une el mar de la China Oriental y el mar de la China Meridional […] Por lo tanto, la paz y la estabilidad del estrecho de Taiwán están relacionadas con la estabilidad de la cadena de suministro mundial de productos de alta tecnología”. Tsai Ing-wen

Como si el escenario político y económico no fuera lo suficientemente complejo, Nancy Pelosi y su entorno familiar se encuentran en medio de una serie de escándalos. De acuerdo con información publicada por Fox Business Paul Pelosi, esposo de la presidenta de la Cámara de Representantes, invirtió entre 1 y 5 millones de dólares en el gigante de chips Nvidia. La inversión ocurrió meses antes de que Joe Biden firmara el proyecto de ley que contempla la subvención a la industria de semiconductores.

Aunado a que, Daily Mail reportó que durante su polémico viaje a Taiwán, Nancy fue acompañada de manera no oficial por su hijo Paul Pelosi Jr. quien es uno de los principales inversores de una compañía China Borqs Technologies con un valor de $22 millones de dólares. ¡Y no solamente fue inversor sino que también ocupó el cargo de consultor!

Conclusiones

El caso de la guerra económica por los semiconductores pone en evidencia una vez más lo que el geopolitólogo Alfredo Jalife-Rahme auguraba desde el 2008: el mundo camina hacia la desglobalización, lo que implica un proceso de regionalización de las economías, una mayor regulación, así como la búsqueda por alcanzar la soberanía energética, alimentaria y tecnológica.

Como hemos visto en los últimos meses, la Unión Europea busca con dificultades dejar de depender energéticamente del gas, petróleo y carbón ruso, mientras que Estados Unidos hace lo propio en materia tecnológica con China.

Las repercusiones del conflicto entre Estados Unidos, China y Taiwán apenas se encuentra en desarrollo por lo que es necesario estar pendientes del impacto que estos cambios geopolíticos traerán a la industria tecnológica en particular y a la economía global en general.